El acervo del Museo del Ladrillo se compone, mayoritariamente, por bienes donados por la firma Ctibor pertenecientes a la antigua Fábrica de Ladrillos Francisco Ctibor.
Se destacan las maquinarias usadas en la producción ladrillera y vagonetas para el acarreo de la materia prima, herramientas, moldes de madera para la restauración de piezas, boquillas de extrusora correspondientes a las diferentes formas y tamaños de ladrillos, ladrillos macizos de distinta procedencia con el sello Ctibor y otros importados y nacionales; ladrillos huecos, elementos de medición, mobiliario y objetos de oficina, fotografías, planos, documentos, libros, catálogos y revistas de la especialidad, libros de arte y museos, propagandas y libro de jornales. A esta lista se suma una pieza cerámica firmada por el arquitecto Clorindo Testa, padrino del Museo.
En los años sucesivos a la apertura del Museo, en 2009, distintos artistas locales donaron obras pictóricas y cerámicas, libros sobre patrimonio arquitectónico, etc.
Con la recuperación del emblemático Horno Hoffmann, el acervo se ha incrementado, incorporando piezas arqueológicas como vías y clavos rieleros, ladrillos sellados, boquillas de alimentación de carbón y tapas de hierro.